La diversidad, equidad e inclusión (DEI) se han vuelto pilares fundamentales para las empresas modernas. Sin embargo, implementar iniciativas de DEI no es suficiente: es crucial medir su impacto para garantizar resultados sostenibles.

En este artículo, explicamos por qué es importante medir y qué métricas son esenciales para evaluar estas iniciativas a nivel interno y externo. 

Por qué y para qué medir las iniciativas de DEI

Medir las acciones de DEI permite a las organizaciones asegurar que sus políticas sean efectivas y se alineen con sus objetivos estratégicos. También favorece la toma de decisiones basadas en datos y aumenta la transparencia.

Muchas veces la asignación de presupuestos en las organizaciones depende de los resultados que se puedan comprobar del aprovechamiento de estos recursos. Las iniciativas de DEI no son la excepción.

Según un estudio de McKinsey, las empresas con mayor diversidad de género en su liderazgo tienen un 25% más de probabilidades de ser rentables. Esto demuestra que las métricas claras no solo miden progreso, sino que también revelan oportunidades de negocio. 

Métricas e indicadores para medir la DEI interna

Dentro de la empresa, algunas métricas esenciales son: 

• Diversidad demográfica: Análisis del porcentaje de colaboradores por género, edad, etnia o discapacidad en cada nivel jerárquico. 
• Índice de equidad salarial: Evalúa diferencias salariales entre grupos, detectando brechas entre colaboradores con perfiles similares. 
• Tasa de retención y rotación: Una alta rotación en grupos específicos puede indicar problemas relacionados con la inclusión. 
• Encuestas de compromiso e inclusión: Indicadores como el Net Promoter Score (NPS) para medir qué tan valorados y motivados se sienten los colaboradores en su entorno laboral. 

La recopilación constante de estos datos permite identificar áreas de mejora y promover una cultura más inclusiva. 

Indicadores de DEI para medir impacto hacia clientes y consumidores

Las estrategias inclusivas también deben reflejarse en la experiencia del cliente. De acuerdo con Zendesk, un 75% de los consumidores estaría dispuesto a pagar más por empresas que ofrecen un servicio más personalizado e inclusivo. Algunas métricas útiles incluyen: 

• Customer Effort Score (CES): Mide qué tan fácil es para los clientes interactuar con la empresa. 
• Tasa de satisfacción del cliente (CSAT): Evalúa si los productos y servicios responden a necesidades diversas. 
• Revisión de quejas y comentarios: Analizar las opiniones de clientes para detectar áreas donde los consumidores no se sientan incluidos. 

Evaluación de la DEI hacia proveedores y las comunidades

Las organizaciones que adoptan un enfoque integral en DEI también deben considerar su impacto en las comunidades y la cadena de suministro. Algunas formar de medir este compromiso son:

• Proveedores diversos: Medir el porcentaje de proveedores pertenecientes a grupos subrepresentados ayuda a fomentar una economía más equitativa. 
• Programas de responsabilidad social: Evaluar la participación en iniciativas comunitarias y su alineación con objetivos de inclusión. 
• Impacto comunitario: Monitorear cómo las inversiones en programas sociales contribuyen al desarrollo de comunidades vulnerables. 

En resumen, medir el éxito de las iniciativas de DEI permite no solo mejorar continuamente las políticas internas, sino también fortalecer la conexión con clientes, proveedores y comunidades. Esta metodología es clave para garantizar que los esfuerzos de inclusión generen resultados concretos a largo plazo.

Nuestra experiencia colaborando con diversas empresas nos ha demostrado que las organizaciones que priorizan la medición del impacto DEI logran adaptarse mejor a las exigencias del mercado actual.