Los estereotipos, prejuicios y sesgos cognitivos son conceptos fundamentales para entender cómo percibimos e interactuamos con quienes nos rodean. Aunque forman parte de nuestro pensamiento automático, reconocerlos nos permite tomar decisiones más justas y construir relaciones más inclusivas.

 

Definiendo estereotipos y prejuicios

Los estereotipos son ideas generalizadas y simplistas sobre un grupo de personas, como asumir que “todas las personas con tatuajes son poco profesionales”.
Los prejuicios, por su parte, son juicios que formamos sobre alguien antes de conocerlo, y usualmente se basan en estereotipos.

Reconocer estos patrones es esencial para reducirlos y fomentar la equidad.

 

Sesgos cognitivos: los atajos del cerebro

Nuestro cerebro procesa conscientemente solo entre el 1% y el 5% de la información que recibe. Para ser más eficiente, recurre a sesgos cognitivos, que son atajos mentales automáticos. Aunque útiles en ciertas situaciones, estos sesgos pueden perpetuar desigualdades si no se gestionan adecuadamente.

Algunos ejemplos comunes incluyen:

• Sesgo de afinidad: Preferir a quienes se parecen a nosotros.
• Sesgo de confirmación: Buscar información que confirme nuestras creencias.
• Efecto cuerno: Dejar que una característica negativa influya en toda nuestra percepción de alguien.
• Sesgo de apariencia: Tratar mejor a las personas atractivas.
• Meta sesgo: Creer que no tenemos sesgos o que tenemos menos que otras personas.

Aunque son naturales, los sesgos pueden tener impactos negativos si no se cuestionan y gestionan.

Una forma de abordar este tema en la empresa es a través de dinámicas como la de “100 personas dijeron” que realizamos en las capacitaciones que impartimos, aplicando la Metodología de Aprendizaje Experiencial Kolb.

 

Los 4 Pasos de Oro para Reducir los Sesgos Inconscientes

La neuroplasticidad es la capacidad de reconfigurar patrones mentales, esto nos ayuda a reducir los sesgos. En nuestras capacitaciones, aplicamos la Metodología de los “4 Pasos de Oro para Reducir los Sesgos Inconscientes”:

1. Pausa: Toma tres segundos antes de reaccionar o decidir. Esto desacelera el pensamiento automático.
2. Reflexiona: Pregunta: “¿En qué se basa este pensamiento? ¿Es un estereotipo o prejuicio?”.
3. Investiga: Busca datos o información para desafiar tus creencias iniciales.
4. Evoluciona: Ajusta tus decisiones basándote en hechos y no en suposiciones.

 

La exposición a la diversidad: una estrategia clave

Interactuar con personas de diferentes perfiles nos ayuda a actualizar nuestras percepciones con información real y no preconcebida. Esto no solo reduce los sesgos, sino que fomenta relaciones más inclusivas y equitativas.

Las investigaciones y dinámicas como estas nos muestran que identificar y gestionar los estereotipos, prejuicios y sesgos cognitivos mejora la calidad de nuestras decisiones, fortalece nuestras relaciones laborales y construye equipos más inclusivos y exitosos.

 

Ponlo en práctica

1. Investiga los sesgos cognitivos comunes en tu área o puesto.
2. Reflexiona sobre cómo estos sesgos pueden estar afectando tus decisiones o percepciones.
3. Aplica los “4 Pasos de Oro para Reducir los Sesgos Inconscientes” en situaciones clave.
4. Diseña estrategias para ayudar a tu equipo a reconocer y mitigar estereotipos, prejuicios y sesgos perjudiciales.

En nuestra experiencia proporcionando capacitación en mitigación de sesgos inconscientes en las empresas, hemos comprobado que la sensibilización y entrenamiento desde una perspectiva constructiva y lúdica en este ámbito, es la base para crear ambientes donde todas las personas pueden transformar sus comportamientos para bien de toda la organización.

Es un reto cambiar lo que no hacemos conscientemente, pero al hacerlo consciente, tenemos el poder de transformar. Y ese poder de transformación vive en ti.