Síguenos:
A pesar de los avances en temas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), algunas personas aún consideran que estos esfuerzos son subjetivos y opcionales. Sin embargo, la realidad es que la DEI está respaldada por un robusto marco normativo que incluye normas internacionales, laborales y nacionales, así como estándares corporativos.
Este marco no solo es crucial para fomentar una cultura inclusiva, sino también para reducir riesgos legales y costos por incumplimientos.
Un pilar fundamental es la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, que establece que todas las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Este documento subraya la importancia de actuar sin discriminación y con fraternidad hacia los demás, destacando la dignidad como un valor intrínseco de los seres humanos.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible también impulsa la inclusión a través del principio de “No dejar a nadie atrás”. Casi todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs) contienen metas relacionadas con la diversidad, equidad e inclusión, reafirmando la importancia de estos conceptos para un desarrollo sostenible.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha desarrollado normativas clave como:
Estas regulaciones buscan garantizar la igualdad de oportunidades y condiciones laborales para todas las personas.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad prohíbe la discriminación por motivos de discapacidad e impulsa la igualdad mediante la adaptación de productos, servicios, infraestructura, información y comunicación.
De manera similar, la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial requiere acciones específicas para combatir la discriminación por motivos como raza, color u origen étnico.
Otro ejemplo es la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, que promueve la igualdad, el buen trato y la atención preferencial hacia las personas mayores.
En México, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prohíbe la discriminación en cualquier forma que atente contra la dignidad humana. De esta base derivan leyes como la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Ley Federal de Protección al Consumidor. Esta última establece, por ejemplo, que los proveedores de bienes y servicios:
El incumplimiento de estas normativas puede resultar en sanciones administrativas, civiles o penales, incluyendo multas y la clausura de establecimientos.
Aunque no son obligatorios, los estándares corporativos ofrecen marcos éticos para implementar la DEI. Por ejemplo:
Estos estándares complementan las leyes, ayudando a las organizaciones a fortalecer su compromiso con la diversidad y la equidad.
La DEI no es una tendencia ni algo opcional. En muchos países, incluidas las empresas en México, es una obligación legal. Las sanciones por incumplimientos pueden ser significativas, lo que resalta la importancia de garantizar el cumplimiento normativo para evitar riesgos.
En nuestra experiencia trabajando con organizaciones de diversos sectores, hemos visto cómo el cumplimiento normativo en DEI no solo mitiga riesgos legales, sino que también fortalece la cultura organizacional y mejora la reputación.
Lleva a cabo un análisis de cumplimiento normativo en temas de DEI junto con tu equipo legal:
Detrás de cada ley está la voz de alguien que ha luchado por ser escuchado. Trabajar por su cumplimiento es honrar esa lucha.
Síguenos: